Refugios de montaña en Andorra
Andorra puede parecer un país pequeño visto en un mapa de Europa, pero a pie se convierte en todo un universo inabarcable. Los Pirineos andorranos ofrecen cientos de kilómetros de rutas y senderos para los amantes de la montaña. Recorridos lineales o circulares, por etapas o de un día, de mayor o menor exigencia… Todo es posible en Andorra y en el entorno de Ordino. Solo hace falta una mochila, un buen equipamiento, muchas ganas de andar y, no lo olvides, una información precisa y fiable.
Si planeas hacer rutas pirenaicas, es importante que sepas qué refugios de montaña en Andorra te esperan a la vuelta del camino.
¿Cuántos refugios de montaña tiene Andorra?
Existen hasta 30 refugios en Andorra. Se sitúan en los senderos de gran recorrido (GR) que atraviesan el Principado. En todos ellos, encontrarán cobijo para pasar la noche o unas horas, reponer fuerzas y seguir camino. Pero no todos estos refugios cuentan con las mismas dotaciones ni la misma capacidad. Por ejemplo, esta última puede variar de 4 a hasta 60 personas.
En su mayoría son refugios libres, es decir, carecen de personal que atienda a los montañeros. Sin embargo, existen 6 refugios guardados donde sí existe la figura del guarda y una infraestructura de tipo hotelero.
Refugios más apreciados por los montañeros
Toma nota de estos refugios de montaña en Andorra, guardados y no guardados, para cuando organices tu ruta por los senderos pirenaicos.
Refugio de Comapedrosa.
Con capacidad para casi 50 personas, tiene todos los servicios necesarios, entre ellos restaurante, duchas con agua caliente, cocina, literas con mantas… Este refugio se ubica a 2.265 metros de altura, cerca de la cima del mismo nombre, la cumbre más alta de Andorra con sus 2.942 metros.
Refugio de Juclà
Uno de los establecimientos favoritos de los senderistas es este refugio junto a los estanques de Juclà. Situado a 2.310 metros de altitud, tiene capacidad para 43 personas. En verano está vigilado y abastecido; en invierno, en cambio, solo está abierto un anexo para seis personas en modalidad libre.
Refugio Borda de les Reineres d’Incles
Si buscas vivir una experiencia completamente pirenaica, este coqueto refugio con capacidad para 6 personas es uno de los más bonitos y apreciados por los montañeros. La electricidad funciona con placas solares y tendrás todo lo que necesitas para pasar una noche. Se ubica al lado de la estación de Grandvalira, en el entorno de numerosas rutas montañistas.
Refugio Natur Cortals de Sispony
A cotas más bajas, 1.660 metros de altitud, se encuentra este refugio que mira a las cimas del Carroi y el Cubil. Tiene capacidad para 52 personas y todo tipo de servicios de tipo hotelero, incluso una preciosa zona de barbacoa. Otra peculiaridad de este apreciado refugio es que es de los pocos a los que es posible acceder en coche, por lo que suele estar concurrido en verano.
Refugio Borda de Sorteny
Si te apetece dar una vuelta por el Parque Natural del Valle de Sorteny, esta típica borda (cabaña de piedra y madera con tejado de pizarra) ofrece vistas impresionantes a los picos aledaños del Estanyó y la Serrera. Sus cinco habitaciones pueden acoger a 40 personas y en su terraza disfrutarás de un café con unas vistas excelentes. Se encuentra a 1.965 metros.
Refugio de l'Illa
Este establecimiento se acondicionó a partir de un conocido refugio libre y lo encontrarás nuevo y flamante. Cuenta con todas las comodidades y equipamientos posibles en la montaña. Su ubicación en el valle del Madriu-Perafita-Claror lo convierte en uno de los refugios de Andorra más apreciados por los montañeros. Cuenta con cátering y capacidad para 50 personas. Allí dormirás a 2.488 metros y disfrutarás de una panorámica maravillosa.
Refugio de Cabana Sorda
De modalidad libre, este refugio a 2.295 metros en el lago del mismo nombre puede acoger a un total de 20 visitantes. No encontrarás grandes lujos, pero sí chimenea, botiquín y buena cobertura telefónica. En invierno no se realiza mantenimiento.
¿Te da respeto la montaña? Estos refugios te ayudarán a perdérselo un poco. ¡Vive Andorra!